
Lejos de ser un lugar de paz y tranquilidad, la Atenas democrática se caracterizó por un ambiente tumultuoso y sangriento en el que se codeaban las ideas brillantes y un régimen represivo con un lado oscuro. La continuada lucha con la totalitaria Esparta y la conquista final por parte de Alejandro Magno hicieron necesarios 2000 años de espera antes de que nuevamente se pudiera tolerar la idea de un gobierno regido por los mismos gobernados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario